21 julio 2007

¡Y un jamón!


Desde ya hace tiempo, de vez en cuando llegan a casa unas cartas dirigidas a alguno de los dos propietarios, en las que se le invita a asistir a una presentación de nuevos productos.

Estas cartas normalmente invitan a la persona a asistir, según dicen, a un acto único en nuestra ciudad para conocer de primera mano la última novedad en el mercado (normalmente tienen lugar en un hotel). Además, solamente por su asistencia, dice que obsequiarán a la persona con un "fantástico regalo sorpresa".

Añade que si el individuo va acompañado de su cónyugue, se le hará entrega, en el caso de la carta que estoy mirando, de dos estupendos regalos sin compromiso de compra; uno de ellos es una "exquisita paleta serrana para disfrutar de un auténtico placer gastronómico" y el otro es una "sensacional batería de cocina de 6 piezas, de extraordinaria calidad, resistencia y durabilidad". Sin embargo, ya no son dos exclusivos regalos, sino que en una parte de la carta da a entender que debes elegir entre ellos. En la carta también explica que si se ha agotado cualquiera de los dos regalos, será sustituido por otro de igual o mayor valor...

Al dorso de la carta vienen fotografiados estos dos regalos. ¡Oh! Si resulta que las 6 piezas de las que hablaban de la batería en realidad tan solo son 3 (resulta que han contado las tapas de los cazos, qué ruin...)

También pone en la carta que si conoce a cualquier otro matrimonio mayor de 35 años, puede invitarle al acto. Pero ahí no acaba todo, lo mejor, y a lo que de momento no encuentro sentido, es que la carta dice que si la pareja enseña 60 euros (solo enseñarlos, no dejarlo en prenda -o eso pone-), recibirá otro regalo sorpresa que no olvidará.

¿No huele un poco raro esto? Tener que ir a una reunión donde uno debe llevar 60 euros encima para que le den otro regalo... Jum, ¿se los robarán a la salida sin que se entere? Qué curioso, yo quiero que alguien me resuelva ese misterio... ¿Una secta? Jeje. No, pero al menos he estado buscando por Internet y la empresa sí que existe, pero vete tú a saber...

Otra carta que llegó una vez, bueno, más que carta era un aviso como de una empresa repartidora, iba también dirigida exclusivamente a una persona, y decía que tenía que retirar una cámara digital (otro día fue un DVD), que le había tocado como regalo. Sin embargo, si se lee la letra pequeña, dice que previamente has de llamar a un número de teléfono (que empieza por 902, vamos, de esos en los que la llamada es barata) y allí te harán una encuesta. Si cumples con los requisitos que según ellos has de cumplir, te envían el regalo.

Miau. Seguramente cuando lleves media hora esperando con la musiquita y te hayan pasado de operadora en operadora (con una llamada que ya te habrá costado un ojo de la cara), te dirán que no cumples con lo esperado y que no te dan el regalo.

Con estas cosas se ha de tener mucho cuidado. Sobre todo, cuando llaman a casa metiendo rollos que ni siquiera sabes si son ciertos o no. Pero además estas personas saben elegir, llaman a ancianos (al menos a mi abuela), usando su exquisito dominio de la palabrería para intentar engañar... Ésos si que saben.

1 comentario:

vitaka dijo...

Aaay, que ganyanes. Yo creo que lo de los 60 euros esos es como las excursiones a las que se apuntan las abuelicas, que las llevan a Benidorm y les dan de comer por 5 euros, pero luego las tienen 2 horas en una reunion comiendoles la cabeza y al final todas acaban comprando algo.