26 octubre 2006

Leyendas urbanas... y tal

Curioseando he encontrado una página web donde hablan de las leyendas urbanas. Dicen que éstas son relatos que pasan de boca en boca en continua transformación, y que se presentan como historias creíbles, con moraleja y que a todos nos puede llegar a pasar algo así.
Aquí dejo la que más me ha gustado (por qué será xD?)

Un cuidador de zoo fallece bajo los excrementos de un elefante

El pasado 26 de octubre saltó la trágica noticia del fallecimiento de un cuidador del zoo de Paderborn (Alemania) cuando un elefante defecó encima suyo.

El cuidador, Friedrich Riesfeldt, de 46 años, dio a su estreñido elefante, Rose, 22 dosis de laxantes, además de bayas, higos y ciruelas. El resultado fue que el animal de golpe se sintió aliviado y descargó 150 Kg. de excrementos sobre éste.

La brutal defecación del elefante pilló desprevenido a su cuidador, que empujado por la fuerza de las heces, cayó de espaldas golpeándose contra una piedra. Según la policía, mientras el cuidador yacía inconsciente, el paquidermo siguió soltando encima suyo su materia orgánica.

Permaneció bajo la masa tóxica durante una hora, hasta que una persona que pasaba por allí dio la alerta. Pero ya era demasiado tarde. Bajo la inmensa masa de estiércol sólo se veían las pantorrillas y los pies del domador. Friedrich había muerto ahogado.

Todo había empezado un 23 de abril cuando Friedrich notó que su elefante, valorado en unas 8.000 libras, no defecaba con la abundancia con que solía hacerlo anteriormente.

- Friedrich estaba bastante preocupado, porque sabía que el estreñimiento puede acabar matando a un elefante -dijo Kurt Herman, ayudante del cuidador-. Me dijo que ese jueves se quedaría hasta tarde para darle al elefante laxantes e incluso hacerle un enema. Me ofrecí a ayudarle, pero me dijo que me fuera a casa, que lo tenía todo controlado.

- Nunca pensé que pudiera pasar algo así, pero ahora soy consciente de que hacer una enema a un elefante puede ser una actividad realmente peligrosa -advirtió Kurt.


La moraleja de esta leyenda urbana sería: nunca des laxante a un elefante. Porque al fin y al cabo... las leyendas urbanas nos pueden pasar a todos, no?

Pues he estado buscando en el google y hay varias webs de las que hablan de esta leyenda. Hasta le han concedido el Darwin Award del año 2000. Estos premios se conceden anualmente a personas que sostienen la supervivencia a largo plazo de nuestra especie, honrando a los que se matan accidentalmente de maneras muy estúpidas (en esta página hablan un poco de los Darwin Awards).

Y para poner la guinda al pastel (nunca mejor dicho), os dejo esta foto:



A ver si ahora resulta que todo el mundo conocía estas historias y los homenajes!!


2 comentarios:

Anónimo dijo...

·_.

no me queda claro si es cierto o no. Supngo que.. no, no?
Lo que sí que es acojonante es el numero de leyendas urbanas que hay en esa web (bueno, y el diseño tambien xD)

vitaka dijo...

vaya mierda de muerte